Reseña :: La gente feliz lee y toma café

Tras la muerte de su marido y su hija en un accidente, Diane lleva un año encerrada en casa, incapaz de retomar las riendas de su vida. Su único anclaje con el mundo real es Felix, su amigo y socio en el café literario La gente feliz lee y toma café, en el que Diane no ha vuelto a poner los pies.

Decidida a darse una nueva oportunidad lejos de sus recuerdos, se instala en un pequeño pueblo de Irlanda, en una casa frente al mar. Los habitantes de Mulranny son alegres y amables, salvo Edward, su huraño y salvaje vecino, que la sacará de su indolencia, despertando la ira, el odio y, muy a su pesar, la atracción. Pero ¿cómo enfrentarse a los nuevos sentimientos? 

Y luego, ¿qué hacer con ellos? 

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 El duelo es un proceso por el que, lamentablemente, todos tenemos que pasar en un momento u otro de nuestras vidas y cada uno lo vivimos de una manera muy particular, aunque me da la impresión que todos los libros y novelas que he vivido sobre el tema tienen una cosa en común: el hecho de que el duelo tiene que vivirse plenamente para poder superarlo. Aunque en ningún caso se trata de un libro de autoayuda, creo que se puede aprender mucho de La gente feliz lee y toma café. Darnos cuenta de que se trata de un proceso muy personal que acaba solo cuando nosotros estamos preparados y no cuando los demás piensan que ya está bien, y que no hay una manera única de acabarlo, sino que cada uno tenemos que encontrar la nuestra. En este sentido el libro me ha gustado mucho. 

Por otra parte, admiro mucho la valentía de la autora, no solo a la hora de escribir la historia, sino también de auto publicarse en Amazon, con lo que supone vender un producto en un mercado tan amplio como Internet sin el apoyo que te puede proporcionar una editorial (publicidad, contactos, etc.), convirtiéndose en el primer libro auto publicado en Francia en ser contratado por una editorial tradicional. 

Al no ser muy largo se lee del tirón y es imposible no amar a la protagonista con todos sus defectos y comportamientos, que pueden parecer infantiles, y ver cómo va evolucionando a lo largo de todo lo que ocurre. No obstante, en algunos aspectos me ha parecido un personaje poco real con una situación demasiado "ideal": me refiero al hecho de no tener problemas económicos que le impidan perder la cabeza, irse a otro país y permitirse no trabajar durante dos años. Aunque claro, si no fuera así igual no habría novela, o sería otra novela...

La entrada de Edward en escena también me pareció un poco exagerada en lo que respecta a su actitud con Diane. No conozco a ningún irlandés, pero me cuesta creer que cualquier persona mínimamente en sus cabales pueda ser tan maleducada con un desconocido. A pesar de ello, es un hombre que te acaba cautivando, con una personalidad más compleja de lo que se podría pensar en un primer momento. 

El desenlace, no me lo esperaba y me gustó muchísimo. Hacia al final del libro, la historia de amor toma un cariz un poco... No sé cómo explicarlo. Que no me cuadraba mucho con el estilo del libro ni con la personalidad y situación de los personajes. Suerte que al final se arregla. 

En resumen, un libro muy bonito en el que los sentimientos son los protagonistas.